Steam Deck: (algunos) de tus juegos de PC estés donde estés

Esta batería de pruebas también empieza a mostrarnos la realidad del dispositivo: oscila entre 30 a 60fps cuando ejecuta juegos en calidad media. Esto quiere decir que hay juegos más pesados ​​que se ejecutarán en malas condiciones, como es el caso de Marvel’s Spider-man que necesitó un ajuste al mínimo y uso intensivo de AMD FSR 2.1 para lograr un margen por encima de los 30fps. Pero hay otro factor: la autonomía. Con Steam Deck a pleno rendimiento, utilizando cerca del 100% de GPU y CPU, tenemos una autonomía que ronda la 1h. Este resultado es bastante malo para un dispositivo portátil, ya que Nintendo Switch ofrece el triple.

Pero basta con hacer ajustes para que esto cambie radicalmente. Un juego ligero como The West of the Dead, incluso a 60 fps y alta calidad, entrega más de 4 horas de autonomía. Jugando con Uncharted: Legacy of Thieves, vimos que la autonomía aumentaba más del 50%, bloqueando solo la velocidad de fotogramas a 30 fps, aunque sería viable jugar por encima de 45 fps en este dispositivo si lo dejáramos desbloqueado.

Así que la Steam Deck tiene un problema: tiene mucho más rendimiento gráfico que una Crisis PC o una Nintendo Switch, pero si se aprovecha todo ese potencial, su autonomía se ve muy afectada. Eso, y también su calefacción, con los ventiladores funcionando mucho más notoriamente. Al final, este dispositivo en su modo portátil debe usarse de la misma manera que una fuente de alimentación ideal para la PC: no acercarse al límite de su capacidad, para ser más eficiente, económico y fresco.

Un controlador de vapor 2.0

Steam Deck reúne algunas opciones de diseño y controles portátiles clásicos que ya están presentes en la industria y los combina con la propia experimentación de Valve. Algunos de estos experimentos son bien conocidos por quienes han jugado con otro hardware de la compañía, especialmente con el Steam Controller, donde la compañía reutiliza y mejora los principales aciertos de este dispositivo.

En los comandos tenemos ese combo básico: ABXY, Botones Direccionales; Disparadores analógicos L y R; Botones superiores L y R; Botones de visión y menú. Además de ellos, hay cuatro botones traseros configurables más, al estilo de mandos como el Xbox Elite Controller, muy cómodos y bien posicionados. Las posibilidades están cerradas por un giroscopio interno que también se puede utilizar como mando.

La gran diferencia son los trackpads, uno a cada lado, accesibles con los pulgares. Actúan como un mouse en los momentos en que se necesita esta interacción y brindan algunas posibilidades de juego adicionales. Por un lado, son más precisos que los presentes en Steam Controller, pero por otro lado, tienen un área utilizable significativamente menor. Lo que más me disgustó fue el clic, ya que presionar estos trackpads casi siempre hace que el puntero del mouse se mueva, lo que dificulta su uso en algunos escenarios.

Probamos el modelo con una pantalla con acabado mate, que solo está disponible en la versión más cara, y este acabado se adapta muy bien al uso móvil del dispositivo, con varias situaciones de iluminación posibles. La pantalla con actualización de 60 Hz ofrece colores muy vivos y buenos ángulos de visión a través de la tecnología IPS LCD. Con una resolución de 1280×800, la densidad de píxeles es suficiente para las 7 pulgadas de área disponible.

El punto más crítico del diseño, en mi opinión, es el tamaño. Con casi 700 gramos, pesa un 50% más que una Nintendo Switch, una diferencia que se nota en el juego prolongado. Pero las medidas no son solo problemáticas en cuanto al peso: es considerablemente mayor, algo que curiosamente puede ser una ventaja o un defecto. Digo esto porque el Nintendo Switch es un dispositivo incómodo en mi mano porque es demasiado pequeño. El Steam Deck, por otro lado, es perfecto: la altura se ajusta a la longitud de mis dedos y la curvatura ergonómica en la parte inferior hace que el ajuste sea muy cómodo.

El problema de este tamaño es que, si tu mano no es grande, pasarás por lo contrario: te faltará mano y te sobrará un Steam Deck. En mi opinión, el escenario Switch es más interesante, porque puedes usar accesorios para hacerlo más grande y ergonómico, lo cual hago con el HyperX Clutch, y soluciona el problema de ser demasiado compacto, además de traer una batería adicional. . En el Steam Deck no hay forma de hacer lo contrario, porque no hay ningún accesorio que encoja el portátil de Valve.

Un PC que hace casi todo

Valve ha estado buscando alternativas a Windows desde que comenzó a discutir con Microsoft y a apostar por SteamOS. Steam Deck sigue esta tendencia y, en lugar de traer el sistema operativo Bill Gates, viene con un sistema basado en Linux. SteamOS 3.0 se basa en la distribución Arch Linux, con una GUI de KDE.

En Arch Linux, Valve construyó una nueva interfaz enfocada en los juegos, una especie de Big Picture 2.0. Realmente me gusta la simplicidad de las pantallas, con la navegación fácil de realizar con solo los botones direccionales y los accesos directos de Steam a la izquierda, y los tres puntos a la derecha, haciendo prácticamente todas las configuraciones relevantes a solo una o dos pantallas de ti. Y varios de ellos incluso están “a la mano” incluso con el juego ejecutándose en segundo plano, lo que hace que sea rápido realizar ajustes como reducir el FPS a 30 cuadros o responder a un mensaje que ha enviado.

Pero si usar Linux escapa del inconveniente de tener que lidiar con Microsoft, surge uno nuevo: el ecosistema de juegos de PC está principalmente en Windows. Para sortear este obstáculo, Valve está incorporando Proton, una herramienta que automatiza varias características como Wine y DXVK, que brindan capas de compatibilidad (como un emulador, pero solo dilo si quieres una discusión larga) que hacen viable la ejecución de aplicaciones de Windows. en un entorno Linux.

Naturalmente, no es la solución ideal, ya que lo mejor sería que las aplicaciones se ejecutaran de forma nativa en el sistema para el que fueron desarrolladas, pero como mostramos en la sección de rendimiento, Proton hace un buen trabajo. Pero no perfecto: no todos los juegos de la plataforma Steam son compatibles, y el proyecto ha ido mejorando con el tiempo, pero aún está en desarrollo.

Sitio web oficial de ProtonDB

Para rastrear juegos compatibles, el mejor lugar es ProtonDB, un sitio que cataloga la etapa actual de soporte utilizando los comentarios de los jugadores. Según esta base, actualmente hay 6197 juegos verificados o jugables en Steam Deck, y al menos 15,000 juegos ya han sido probados en algún entorno Linux. Pero todo esto crea un inconveniente para el Deck: ya tiene su biblioteca de juegos reducida a solo títulos de Steam, y la ha reducido nuevamente a solo títulos que funcionan bien a través de Proton.

Por otro lado, al ser Linux, el usuario tiene total libertad para cambiar de sistema, e incluso instalar Windows, si lo desea, en Steam Deck. También tiene una interfaz gráfica KDE de fácil acceso, por lo que puede salir fácilmente del modo “apuestas” e ingresar al modo “9 a 6” y usarlo como una computadora para trabajar, navegar por Internet y cualquier otra cosa que sea factible en Linux.

reseña en vídeo

Entonces, ¿debo enviar uno?

Steam Deck es uno de los hardware más interesantes que hemos probado recientemente. Valve hizo un excelente trabajo tanto en hardware, con sus grandes comandos, ya sean tradicionales o de desarrollo propio, como en la parte de software, mitigando gran parte de la desventaja que tiene la librería de Linux frente a Windows con el uso eficiente de Proton. Mi pregunta es si todo esto es suficiente para sortear sus limitaciones.

La primera es que no toda la biblioteca de PC la vas a poder aprovechar, ya que de forma nativa solo estarán las de Steam, y solo las que Proton logre traer compatibilidad.

En teoría, estas limitaciones se pueden eludir con varias posibilidades, después de todo, puede formatear e instalar Windows, o puede instalar un editor de video en la interfaz de KDE, o puede instalar emuladores externos fuera de la interfaz para Steam Deck… como una computadora, tiene por un lado los problemas de pulverizar los ecosistemas de PC, pero por otro lado, las infinitas posibilidades para que el usuario juegue y cambie su funcionamiento como quiera.

Eso coloca a Steam Deck en una posición única. Valve ha estado mejorando su software, pero aún no tiene la consistencia de una computadora de mano como Nintendo Switch, donde no hay duda de si un juego se ejecuta en ella o no. Ya sea porque está en la plataforma, se ejecutará o porque se descarga, ya tiene una configuración gráfica perfectamente ajustada para ello.

Steam Deck es una combinación única de videojuegos portátiles y de PC, pero tiene limitaciones en ambos formatos.

Pero si lo miras como una PC, también tiene sus limitaciones. La primera es que sus entradas están enfocadas a los juegos, por lo que solo queda la pantalla táctil como comandos, y el Linux que está “debajo” de la interfaz SteamOS 3.0 no está adaptado para nada a esta interacción. Navegar por los trackpads es posible, pero está lejos de ser ideal. Para usarlo como una computadora de manera eficiente, requerirá accesorios como una base, por ejemplo, lo que lo pone en desventaja en comparación con una computadora portátil más tradicional.

Steam Deck no se trata solo de juegos. Es una plataforma de experimentación para aquellos que también quieren explorar todo el potencial que puede ofrecer un portátil con sistema abierto y desbloqueado. ¿Quieres un portátil que también navegue por Internet? ¿O tal vez cambiar entre bromas y un editor de video? ¿O una PC en la que puedes jugar mientras viajas y conectarla en casa y en el trabajo? Hace todo eso, pero para un consumidor de nicho que no tiene miedo de buscar aquí y allá cuando es necesario encontrar la configuración correcta y hacer que funcione.